La Morada de los Sueños
La tenue luz de una vela
danza nerviosa en brazos
de un viento que crea
luces y sombras, trazos
fugaces sueños de cera
Son de cera los sueños que crepitan
y frágiles se agitan como tú, tenue llama
descalzos, sobre blanco satén, vibran
y a mentes febriles que sueñan, claman
En las frías noches de invierno, silentes,
al oscuro abismo, las almas se lanzan
o en oceanos de miedo, se hunden lentamente
sin una Tierra que asir, sin esperanza
Mientras, millones de ojos observan atónitos
la lenta agonía de las almas, que no sueñan
que en el mar de sus miedos naufragan
Más allá de la noche, más allá
de los miedos humanos, lejanas ...
en las alturas celestes, rítmicas,
millones de alas baten armónicas
Y así, el Gran Río de Plata, fluye,
Es Uno, y son millones, que viajan
incansables, tenaces, buscan el Centro:
La morada donde habitan los Sueños.
El Camino de los hombres,
escrito en las estrellas del Cielo
Mientras, en un cuarto diminuto,
mecido por el mar embravecido
crepita la tenue luz de una vela
Y un pequeño hombre sueña
mundos infinitos.
Sobre el blanco tapiz,
discurren vidas y rios
... mares y destinos
... nubes y anhelos
Y en un mundo lejano, nace un Niño,
Una luz de esperanza,
en la negra noche de oscuridad y miedo.
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